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domingo, 28 de mayo de 2017

Una vez caminando en una vereda cualquiera, no recuerdo si iba sola o iba con alguien, (no se por que recuerdo que tenía un jean gris claro, quizás esto me recuerda la edad que tenía en aquel momento) había un grupo de chicos sentados en la vereda de una casa, eran cinco aproximadamente, y uno me llama por mi nombre cuando yo estoy pasando por al lado de ellos, mi nombre, no es un nombre muy común que uno tira al azar, gire en mí, lo miré, todos me miraron y el chico que me había nombrado no lo podía creer, entonces me dice: "te llamás así?" lo cual afirmo, e insiste en su pregunta, anonado. No conocía a nadie, ellos no me conocían, fue solo un momento y no de coincidencia. Quizás lo único que tenía que coincidir era pasar por esa vereda, y que ellos esten ahí, ese chico con mi nombre en su lengua, que lo soltó, nadie estaba hablando de nada, jamas nos habíamos visto, pero quizás en aquel momento ellos (o quizás yo) necesitaban una prueba de que estamos todos comunicados en este mundo de una forma u otra.

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